ENFERMEDADES ACÚSTICAS

Otitis Media
La otitis media es la inflamación del oído medio, es decir la parte del oído que se encuentra por dentro del tímpano. En cambio las otitis externas son aquellas que afectan desde el pabellón auditivo hasta el conducto auditivo.


Otitis media aguda
La otitis media aguda es una inflamación del oído medio (habitualmente acompañado de infección) que aparece en forma abrupta y produce:dolor de oído generalmente de un solo lado, sensación de oído tapado (hipoacusia)y fiebre (generalmente en los niños menores de 2 años).Algunas veces las otitis están precedidas por un resfrío, sinusitis o aumento de la mucosidad nasal.
Otitis media crónica simple o perforación timpánica
El tímpano es una membrana que separa el exterior del oído medio). Esta fina membrana aísla la presión de ambos compartimientos y su vibración transmite el sonido hacia el interior. Además es un aislante de los líquidos que pudiesen entrar por el conducto auditivo.
El tímpano perforado implica que hay una discontinuidad de la membrana timpánica. Esto conlleva generalmente a una disminución auditiva (hipoacusia) . A esta patología los especialistas la llamamos "otitis media crónica exudativa".
Colesteatoma
El colesteatoma es una enfermedad del oído medio. Se trata de un tumor de tejido epidérmico que crece en el interior y no puede eliminarse hacia el exterior. En términos sencillos y comprensibles hay que imaginarse que la descamación normal de la piel del oído, en lugar de drenar hacia afuera, se acumula hacia adentro. Los síntomas clásicos del colesteatoma son: mal olor del oído y puede existir disminución auditiva.
Otitis media con efusión
La nariz y los oídos se encuentran comunicados por dentro a través de un conducto llamado trompa de Eustaquio. Cuando nos resfriamos, la mucosidad nasal pasa a través del conducto y se acumula en el oído medio (detrás del tímpano). Otras veces, la propia inflamación del conducto (trompa de Eustaquio) hace que quede obstruido y sentimos el "oído tapado". Este líquido es mucosidad fabricada por el propio organismo. El problema es que a veces el líquido queda acumulado sin posibilidad de drenar espontáneamente por la obstrucción de la trompa de Eustaquio. A esta situación se le denomina "otopatía secretora".
Daño auditivo por fuentes sonoras intensas
Cuando el oído se expone a sonidos intensos se puede producir un daño auditivo en ocasiones reversible y otras veces irreversible (hipoacusia o sordera). También es importante destacar que influye mucho el tiempo de exposición al ruido.
El daño auditivo no es privativo de estos aparatos, de hecho, ocurre siempre que la intensidad supera los 100 decibeles durante un período prolongado, independientemente de la fuente.
El daño auditivo muchas veces comienza con zumbidos, se los llama acúfenos. En general son agudos, sonido tipo grillos. En ocasiones el zumbido dura algunas horas y luego desaparece. Otras veces se torna persistente. Este es un indicio de daño del oído interno.
Fístula preauricular
Se trata de una afección que aparece por delante de la oreja de uno o ambos lados. Se visualiza como un punto o un pequeño orificio. Por dentro del orificio existe un conducto muy angosto y no visible externamente que, en general, termina en un fondo de saco a algunos milímetros del origen en la piel hacia adentro. Su longitud es variable pudiendo, en ocasiones, finalizar en la glándula parótida. Si bien la fístula está presente desde el nacimiento, habitualmente se descubre luego de la primer infección en donde la zona que se encuentra por delante del pabellón auricular se pone tumefacta, dolorosa y con supuración. Esta infección generalmente resuelve sola o con antibióticos, pero se puede repetir con mayor o menor frecuencia.

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